¡Qué hermoso era el sonido de la trompeta
Cuando el músico contuvo el aliento
Y el aire de todo el Universo
Entró por aquel tubo ya libre
de obstáculos!
La trompeta (Ángel González)
Como lo hiciera Ligia Elena en aquella famosa canción de Rubén Blades - que podéis escuchar en el enlace - , y recogiendo la sugerencia de Carlota Bloom, vamos a escaparnos con un trompetista, o mejor con tres.
Ese compendio de estilos al que llamamos Jazz, originario de la Nueva Orleans decimonónica que a principios del siglo XX se extendió a Chicago y posteriormente al resto del mundo, ha dado mucho juego en esto de la música y, sobre todo, en lo que a la trompeta se refiere. Derivado pues del blues, del ragtime y pasando por el swing, el jazz ha devenido con el tiempo en múltiples ramificaciones como el cool-jazz, el free-jazz o el jazz-fusion .
En general y básicamente se caracteriza por el uso de la improvisación (desarrollo musical libre por parte del intérprete sin seguir una partitura) sobre temas previamente existentes o no, y el uso de la síncopa (ritmos sincopados).
Recordemos que la síncopa se produce cuando una nota (sonido) comienza en una parte débil del compás y termina en una parte fuerte (veremos la manera de explicarlo mejor en otra entrada). El uso continuado de la síncopa en una obra, da como resultado lo que se llama ritmo sincopado.
Hechas las aclaraciones pertinentes vamos a escuchar sin dilación y por orden cronológico a nuestros tres genios de hoy: en primer lugar Louis Armstrong con su swing (años trinta y cuarenta) , en segundo lugar Miles Davis con su jazz tan ... cool (años cincuenta y sesenta) y por último, uno de los grandes de nuestro tiempo, Wynton Marsalis y su maravillosa versatilidad.
Va a llevar su tiempo; disfrutadlo.
Pero Marsalis no solo toca Jazz....
Para terminar, melómanos, escuchad y "alucinad" con él y con Kathleen Battle en una interpretación de la Cantata BWV51 de Bach y en algo que ya os resultará familiar.