miércoles, 25 de mayo de 2011

LA MUCHACHA DE LOS CABELLOS DE LINO


Palco en el teatro
(En el concierto). Auguste Renoir (1880)



Muchos habréis observado que en la obra de Renoir abundan las preciosas cabelleras.
Este último invierno tuvimos la suerte de "apasionarnos" con su pintura en el Museo del Prado. Entre las joyas que allí pudimos disfrutar se encontraba esta con la que hoy abrimos y que nos viene "al pelo" para presentar el famoso preludio pianístico de Claude Debussy, La muchacha de los cabellos de lino (La fille aux cheveux de lin), perteneciente al libro primero de los Preludios (1910).
(Ya sabéis que la música pianística de Debussy ocupa, en el repertorio del siglo XX, una posición comparable a la que ocupa la de Chopin en el siglo XIX).


Aunque he de comprobar este dato, al parecer el compositor se había inspirado en uno de los Poémes antiques de Leconte de Lisle titulado Chansons ecossaises (Canciones escocesas).

Pero vayamos a la comparación estilística.
Si en el cuadro se observa el predominio del color sobre el dibujo (de la mancha sobre la línea) propio del Impresionismo, en la obra musical podremos apreciar de igual manera el protagonismo de los acordes ("manchas sonoras"), gerneradores de atmósferas y de armonías evanescentes, sobre las que parece "flotar" la melodía, que se desarrolla esquemática, fragmentada y lacónica. Una melodía reducida a lo esencial.
Espero que disfrutéis desde vuetro palco.

En la patitura, esta indicación: Très calme et doucement expressif
.

Para verlo y escucharlo, Lang Lang



 Incluyo también esta preciosa adaptación para violín y orquesta interpretada por el famoso Joshua Bell (al que conocimos tocando en el metro, ¿os acordáis?)


Y de postre, como tantas veces, un poema


Me falta tiempo para celebrar tus cabellos.
Uno por uno debo contarlos y alabarlos:
otros amantes quieren vivir con ciertos ojos,
yo sólo quiero ser tu peluquero.

En Italia te bautizaron Medusa
por la encrespada y alta luz de tu cabellera.
Yo te llamo chascona mía y enmarañada:
mi corazón conoce las puertas de tu pelo.

Cuando tú te extravíes en tus propios cabellos,
no me olvides, acuérdate que te amo,
no me dejes perdido ir sin tu cabellera

por el mundo sombrío de todos los caminos
que sólo tiene sombra, transitorios dolores,
hasta que el sol sube a la torre de tu pelo.

Soneto XIV. (Cien sonetos de amor)
Pablo Neruda

(dedicado, como los otros noventa y nueve, a Matilde Urrutia)



Aquí os enlazo los Cien sonetos de amor

Entradas relacionadas: IMPRESIONISMOS

lunes, 16 de mayo de 2011

VOLVERÁN LAS OSCURAS GOLONDRINAS...


...en tu balcón sus nidos a colgar...


Resultan tan románticas anidando en los balcones, como escandalosas surcando invasoras los cielos vespertinos, pero, sobre todo, resultan simpáticas e inspiradoras. Vamos a ver hoy cómo además de tener un lugar privilegiado en el romanticismo literario, también tienen su sitio en el romanticismo musical.

Comenzaremos por Golondrinas de Austria, el delicioso y descriptivo vals de Joseph Strauss (1827 - 1870) en el que podemos incluso "escucharlas".



A mis "niños" de segundo - que ya han comenzado a no serlo - les dejo la versión vocal de estos estos otros niños ... algo más pequeños y más cantores. ¿Os suenan?



Esta que váis a escuchar ahora es La golondrina del compositor alemán Johann Friedrich Franz Burgmüller (1806-1874). Perteneciente a sus Estudios para piano Op. 100, es muy conocida por los pianistas que se inician.



En el ámbito de la música española hemos de recordar la zarzuela del compositor y pianista vasco José María Usandizaga (1887 - 1915) titulada Las golondrinas. Fue compuesta sobre la obra Aves de paso (Ocells de pas) de Martínez Sierra, o lo que es lo mismo, de nuestra admirada María Lejárraga, a la que que tuvimos el honor de conocer gracias a Carlota Bloom. (Véase el enlace).
Aquí podéis escuchar el precioso preludio del tercer acto.



Y la última pieza "golondrinesca" la encontramos en Maruxa de Amadeo Vives (1871 - 1932), que os enlazo aquí para quien quiera escucharla y que me gusta especialmente, aunque no trate apenas del mentado pajarito.


No quisiera despedirme sin añadir una aclaración: si alguien desea saber más sobre las golondrinas, sus características y sus capacidades... que preste atención a esta escena de una película ya clasica y muy, pero que muy popular.



Otros enlaces muy interesantes:

Mª Ángeles Santiago y Miras: María Lejárraga: obras musicadas
(Artículo de "Espéculo: revista de estudios literarios". Universidad Complutense de Madrid)

Otras aclaraciones:

En la imagen - de Ab música y más -, balcón junto a la Plaza Mayor  de Ciudad Rodrigo (Salamanca).

De las golondrinas en la música popular, hablaremos en una próxima entrada; esto es ya muy largo.


domingo, 8 de mayo de 2011

RAVEL NO ES SOLO BOLERO


Maurice Ravel (1875 - 1937)


Se ha escrito de él que sus emociones estaban controladas por su intelecto, sin embargo él mismo afirmaría, al final de su vida, que "el compositor debe sentir intensamente lo que compone".
En el fondo y pese a huir de las exageraciones, su música, controlada y medida, no puede sustraerse a ese romanticismo al que se opuso - como sus contemporáneos - y del que quiso escapar.

Sería un pensador romántico, Wilhelm Heinrich Wackenroder, quien defendiera una postura contemplativa frente a la música:

Cierro los ojos a todas las guerras del mundo y me retiro, silencioso, al reino de la música, como si fuera el reino de la fe, donde todas nuestras dudas y todos nuestros dolores se ahogan en medio de un mar de sonidos y donde nos olvidamos del vocerío de los hombres que nos da vértigo...

Para Wackenroder la música era el sentimiento en sí y eso hacía innecesaria cualquier explicación o análisis. El amante del arte debía, simplemente, abandonarse a él.
Esa, creo, es la actitud que hemos de tomar durante los próximos nueve minutos, una actitud romántica ante una música que no quiso serlo. Juzgue el oyente por sí mismo.


Segundo movimiento, Adagio assai, del Concierto para piano y orquesta en sol mayor (1932) de Maurice Ravel: un maravilloso ejemplo de lirismo, de colorido y de orquestación.

Para oirlo:
Krystian Zimerman al piano con la Orquesta de Cleveland dirigidos por Pierre Boulez.




Para verlo (a partir del minuto 8:14),
Martha Argerich con la Orquesta Nacional de Francia



Enlaces y bibliografía recomendadas:

Ernst Behler: Wackenroder y la concepción musical del primer romanticismo
Acceso al texto original en inglés en dialnet.unirioja.es

Enrico Fubini: La estética musical desde la Antigüedad hasta el siglo XX. Ed. Alianza Música.

Joseph Machlis: Introducción a la música contemporánea. Marymar ediciones.