Tocaron las trompetas, y cuando la gente oyó el sonido de la trompa alzaron gran griterío y se vino abajo la muralla.
Toma de Jericó. (Josué 6, 20-21)
Toma de Jericó. (Josué 6, 20-21)
Como habréis apreciado, la evolución de este poderoso instrumento ha sido espectacular desde las siete trompetas de cuerno de carnero a las que se refiere La Biblia o aquellas trompetas egipcias de las que hablábamos en la entrada anterior y cuyo sonido, según Plutarco, era semejante al rebuzno de un asno. ¿Algo parecido a esto quizás?
Temas de Brahms y Ravel interpretados con Vuvuzelas en la Konzerthaus de Berlin
Y ahora vamos a lo serio, porque esto que vamos a escuchar es muy serio: toda una delicia del más puro clasicismo.
Se trata del maravilloso Concierto para trompeta en Mi bemol de F. Joseph Haydn interpretado por la también maravillosa trompetista británica Alison Balsom, en sus tres movimientos: Allegro, Andante cantabile y Finale allegro.
Se trata del maravilloso Concierto para trompeta en Mi bemol de F. Joseph Haydn interpretado por la también maravillosa trompetista británica Alison Balsom, en sus tres movimientos: Allegro, Andante cantabile y Finale allegro.
(Alumnos cañadienses: prestad especial atención al tercer movimiento, a las familias viento-madera y viento-metal y al papel del instrumento solista)
¡Maravilloso! ¡Y qué gran esfuerzo, por la cara de la intérprete al finalizar! ¿Sabes que la frustración de mi "santo" es no haber aprendido a tocar la trompeta? ¡Vas a despertarle sueños de infancia! A mí no es el instrumento que más me gusta en la música clásica; sin embargo, en el jazz, me fascina (hala, ahí queda eso). Un beso, LolaMu.
ResponderEliminarLolaMU:
ResponderEliminar¿Qué te voy a contar sobre esto? Me encanta por muchas razones y me recuerda cuando yo era niño y mi vecino de enfrente, que era el trompeta de Los Cnarios, el de Teddy Bautista, me llamaba a su casa para verle mientras ensayaba. Yo por supuesto, me quedaba hipnotizado... y aún no me he despertado.
Besos
LolaMU:
ResponderEliminarPrecioso concierto, maravilloso escenario y bellísimas la interpretación y la intérprete. Este video es una delicia (me faltan adjetivos), lo he disfrutado muchísimo y me propongo escucharlo varias veces más.
Ojalá un día Alison Balsom venga a México.
Va un abrazo muy cariñoso.
Carlota: la verdad es que hablar de la trompeta y no mencionar siquiera el Jazz es un poco raro, pero me pareció alargar demasiado el asunto; de todas formas tomo nota je, je.
ResponderEliminarBesitos.
¡Qué envidia, Enrique! Ya hubiera querido yo haber asistido a algo parecido, aunque hubiera sido desde la ventana. Y qué vidilla dan los músicos a los patios de vecindad ¿verdad?
ResponderEliminar(Bueno, algunos hemos molestado bastante también, je, je)
Muhos besos.
Querida María Eugenia, te puedo garantizar que cuanto más lo escuches más te va a gustar. Tampoco yo he tenido oportunidad de escuchar en directo a Alison Balsom pero debe ser todo un espectáculo; en fin; siempre nos quedará youtube je,je.
ResponderEliminarUn beso grande desde los madriles.
Alison Balsom ha sido para mí un agradable descubrimiento. Jamás pensé que sería una delicia escuchar la trompeta (excepto en el jazz, en lo que coincido con Carlota Bloom). Pero, está claro, nunca es tarde para mandar los prejuicios "con la música a otra parte".
ResponderEliminarSin embargo, mi querida Lola MU, yo quiero romper una vuvuzuela, digo una lanza, por los intérpretes alemanes (alemanes tenían que ser). Son geniales. Propongo invitarles a desarrollar aquí sus habilidades. Estos son capaces de tocar "El Amor Brujo" con zambombas.
Un beso trompetero.
Estoy de acuerdo contigo, Francisco; verdaderamente es maravilloso ver de lo que son capaces los auténticos músicos. En cuanto al uso de la trompeta en la música clásica, date un gusto y escucha (y observa) el segundo de los conciertos de Brandemburgo...por ejemplo http://www.youtube.com/watch?v=R_lTztAWK-A
ResponderEliminarAh! y a la porra los prejuicios, claro que sí.
Muchos besos.
Sí señora. ¡Un gustazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, y más besos.