Pan, dios de los pastores y de los rebaños, mitad hombre y mitad cabra, era además travieso y libertino. Cuenta la mitología que enamorado de Syrinx (Siringa) la persiguió hasta el río Ladón, en cuyas orillas la ninfa, socorrida por sus hermanas, se convirtió en un cañaveral. Decepcionado, Pan cortó entonces unas cuantas cañas construyendo con ellas la Siringa - también llamada Flauta de Pan - que desde entonces lo acompaña e identifica.
Como sabiamente supondréis, han sido muchos los artistas que han ilustrado esta leyenda a lo largo de la Historia; de entre ellos, me inclino por el precioso cuadro del prerrafaelista Hacker, que renuncia a la costumbre de representar la huida de nuestra heroína y prefiere mostrárnosla escondida y asustada entre las cañas, tal y como la vemos en la imagen.
Aunque ya sabéis que os recomiendo leer este mito - que seguro, os habrá recordado al de Dafne y Apolo - en las famosas Metamorfosis de Ovidio (Pan y Siringe, Libro I, verso 690 ), también os recomiendo ver y escuchar el siguiente vídeo en el que el artista canadiense Ryan Larkin recrea la historia. La obra musical, de Claude Debussy, se titula precisamente Syrinx y fue compuesta para flauta travesera en 1913. Es, como ya sabéis, impresionista...y fascinante.
Hablemos ahora del instrumento.
Aunque presente alguna variedad en su estructura, podemos encontrarlo en diferentes lugares del mundo; todos habréis visto y escuchado la zampoña o el sicu de Latinoamérica pero quizás algunos desconozcáis el Nai, típico de Rumanía. Este, asociado también a la música tradicional y al folklore (al igual que sus parientes americanos) frecuenta, como vais a ver, las salas de conciertos, los teatros y las grabaciones.
Propongo para ello tres audiciones con sus respectivas dedicatorias.
La primera: dedicada a los alumnos de Taller de Teatro (ellos saben el porqué) y a los de cuarto (a cuestas con sus romanticismos y nacionalismos varios).
La segunda es un acertijo, solo os diré que el autor es Robert Richardon.
La tercera: a los alumnos de segundo, que estudian estos días la altura del sonido, para que vean que, según como y cuando, el tamaño sí importa.
En cuanto al intérprete, sobran las palabras. Os dejo con el gran maestro George Zamfir.
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LolaMU:
ResponderEliminarHoy es una de esas entradas que te recuerdan cuando hace años escuchabas una música y no parabas hasta conseguirla y cunado caía en tus manos un disco y descubrías nuevos sonidos maravillosos.
La tercera y la cuarta me han recordado alguna banda sonora, como la de "Érase una vez América" y "La misión".
Besos
A mi me pasaba lo mismo, Enrique. Era emocionante encontrar lo que buscabas y que tanto te había seducido. En cuanto a los vídeos; no me extraña nada que te suenen a las pelis de Ennio Morricone; él recurre mucho a estas sonoridades flautistas, sobre todo en la Misión. Lo que está claro es que tienes un excelente oído!
ResponderEliminarMuchos besos!
Es verdad que la flauta de pan transmite una sensación de serenidad que nos hace retornar, a quienes vivimos en el asfalto, a una Naturaleza idílica sonorizada por el canto de los pájaros. Debussy es misteriosamente fascinante. Zamfir, aunque añada espectáculo, es un mago "flautista".
ResponderEliminarUn siringo-bico, querida Lola.
Hola Lola, he seguido tus entradas anteriores y apoyo el caracter reivindicativo de las mismas.
ResponderEliminarMe ha encantado la entrada de Pan y Siringa, me parece una idea estupenda difundir la cultura clásica a través de la música.Gracias por contribuir con tus conocimientos a mi trabajo constante de mantener vivos los mitos y su significado.
Un afectuoso saludo
Tienes razón, José Manuel; su sonido, a veces profundo y algo misterioso, evoca encantadores y fantásticos bosques... como los de tu bella Galicia.
ResponderEliminarMoitos bicos
Marisa, no sabes cuánto me alegra tu visita. Las gracias te las doy yo por esas palabras de apoyo y por ese trabajo estupendo que realizas en tu blog, del que me declaro ferviente seguidora. En cuanto a la Mitología, procuro aprovecharla al máximo porque a los chicos del primer ciclo les encanta y, ya sabes, hay que sembrar para poder recoger. Un abrazo, compañera.
ResponderEliminarNo sé cuanto tiempo me he pasado esta noche aquí, Lola. Después de algunos días sobresaturados, me he encontrado, primero, con la deliciosa pintura de Hacker, que no conocía, y me he quedado embelesado. Luego el mito, preciosamente expresado con sonidos por el genial Debussy. Y como colofón Zamfir, a quien tampoco conocía, y al que no me canso de escuchar.
ResponderEliminar¡Enhorabuena, por tan didáctica lección y tanto arte! Feliz fin de semana y un mitológico beso.
Nada como una zambullida musical y uno minutos de sosiego entre flautas y ninfas ¿verdad, Francisco? De vez en cuando hay que buscar un relax mental y apelar a la concepción romántica de la música como medio de evasión, je , je. Te agradezco mucho la felicitación y te deseo un buen descanso también yo.
ResponderEliminarUn beso muy grande, doctor.
Antes que nada, gracias en nombre de la "troupe" por esta estupenda versión de las danzas húngaras.
ResponderEliminarEn el mío, por traernos a Debussy, que como a José Manuel me lleva de golpe a un bosque de hadas, y por enseñarnos a este estupendo Zamfir que desconocía absolutamente. La pintura de Hacker es preciosísima y evocadora. Un beso!!
Carlota: cuando encontré la danza no me pude resistir,je, je. Ya sabes, aiempre pensando en lo mismo (me refiero a los alumnos, claro). Como a ti, me encanta lo "multidisciplinar", lo "multicultural" y lo multicolor aunque en estos días haya que pensar más en verde (que, por cierto, también es el color del bosque).
ResponderEliminarMuchos besos compi!
Interesante blog: lo acabo de vincular a mi TRANSEÚNTE EN POS DEL NORTE, que veo que también está presente aquí entre los blogs destacados, lo cual agradezco.
ResponderEliminarTambién he tratado de música (y voy a seguir difundiéndola) en otro de mis blogs, IMPEDIMENTA (http://impedimentatransit.blogspot.com/).
Enhorabuena y un saludo desde Barcelona.
Muchas gracias , Albert, por tus palabras y por la visita. No tienes nada que agradecer; sigo desde hace tiempo tu interesantísimo "Transeúnte en pos del norte" y ahora mismo voy a visitar "Impedimenta".
ResponderEliminarSaludos también para ti desde los madriles.
Querida Lola:
ResponderEliminarEntre problemas técnicos con el servidor, que espero ya se hayan resuelto y más trabajo que de costumbre me he quedado sin dejar testimonio de mis visitas por este paraíso de música, literatura y amistad. Magnífica entrada, como siempre.
Un fuerte abrazo.
No te preocupes querida María Eugenia; es lo que tiene nuestra dependencia de las tecnologías, je, je. Además, tú siempre llegas a tiempo. Muchísimas gracias por tus palabras, siempre cariñosas.
ResponderEliminarUn beso enorme!