"Buen verano chicos, disfrutad y estudiad, los que debáis hacerlo ..."
Felicitaciones a unos, palabras de ánimo a otros...Ni un reproche.
"Te queremos profe .... Gracias, yo también, no se que decir ... "...
Sonrisas, miradas que hablan; besos ...Son las cosas buenas de nuestra profesión, que es maravillosa.
Y maravillosa es también la música que nos envuelve constantemente, que pone emoción y color a nuestras vidas y que, además, es capaz de expresar, transmitir y comunicar.
"Todos los sentimientos individuales, todos los matices de la alegría, de la serenidad espiritual; el júbilo y cualquier fantasia ; los impulsos anímicos; del mismo modo que puede recorrer todos los grados de la ansiedad y de la tristeza. Las angustias, las inquietudes, los dolores, las aspiraciones, la adoración, el rezo, se convierten en dominio idóneo de la expresión musical "
GWF Hegel (1770-1831). Lecciones de Estética III
Aunque música y gestos pueden decir mucho por sí solos, sabiamente manejados por Joseph Haydn se constituyeron en 1772, en el vehículo perfecto de expresión al más claro estilo hegeliano.
No hace mucho explicábamos en clase la famosa Sinfonía nº 45, (Hob.I / 45) "De los adioses".
Compuesta en Fa sostenido menor, esta sinfonía consta de los cuatro movimientos propios del clasicismo ( Allegro assai - Adagio - Menuet: Allegretto - Final: Presto / Adagio) y de un final muy particular.
El gran actor Peter Ustinov lo recuerda divinamente en este simpático vídeo:
Aquí vemos el famoso final interpretado por Daniel Baremboim y la Filarmónica de Viena.
Como bien afirma nuestro querido Fernando Argenta: " La música de Haydn, no exenta de profundidad cuando él así lo quería, rezuma vitalidad y en muchos casos refleja el buen humor de su creador ".
Disfrutad de la sinfonía completa: es preciosa.
Y ahora, la que suscribe, apaga la vela de su atril ... y se retira.
¡FELICES VACACIONES!
Hegel. Lecciones de estética
Una lectura para este verano (aunque no tenga nada que ver)
Juan Carlos Onetti. Los adioses
¡Y tan preciosa! Volveré a ella más de una vez :) Sí, parece mentira que se haya acabado este curso que nunca vamos a olvidar, querida compañera, aunque me temo que le que viene no va a ser mucho mejor. Me apunto la lectura de Onetti, que no conocía.
ResponderEliminarDe momento...¡Hasta mañana!
Ya es mañana Carlota y todo apunta a que el partido se resolverá con uno de esos goles en el último minuto...Habrá que ver cómo sigue desarrollándose este campeonato. En cualquier caso, vayámonos a casa, a reponernos de la paliza y a sumergirnos en esos mundos musicales y literarios que nunca nos defraudan. Nos vemos en un rato.
EliminarQué forma maravillosa de decir adiós, aunque por fortuna sabemos que es un hasta luego. Gracias por este curso, querida Lola MU, he disfrutado cada una de las entradas, aunque no siempre he dejado constancia de mi visita. Esta obra la tendré que escuchar con calma y, como Carlota, leeré la obra de Onetti.
ResponderEliminarTe dejo un cariñosísimo abrazo y mi agradecimiento por tu generosidad y talento.
Querida María Eugenia: es estupendo poder recurrir a los genios hasta para decir adios. Te agradezco muchísimo tus palabras, siempre cariñosas y tu proximidad, pese a la distancia. No veo el momento de volver a las periódicas visitas "blogueras" que tanto me gustan y que tanto nos unen. Te mando un apapacho fuerte con todo cariño.
EliminarNos "vemos".
LolaMU:
ResponderEliminarQué buena forma de mandar un mensaje, pero seremos unos cuantos los que estaremos buscando nuevas entradas que echarnos a las orejas. Felices vacaciones.
Ya sabes que esto me gusta mucho, Enrique y que no resisto mucho tiempo lejos de aquí. Solo me despido del Instituto hasta septiembre disponiéndome a disfrutar de esas supermegavacaciones tan injustamente largas (de tres meses, ya sabes, julio y agosto tienen 45 días), tan poco merecidas (total, trabajamos solo 20 horas), y tan envidiadas (aunque no sé si envidiarán igual nuestras nóminas).
EliminarPerdona el rollo que me he marcado. Tú me comprendes ¿verdad?¡Muuuchos besos y muchas gracias!
Preciosísima y completísima despedida. Este sí que es un adiós en condiciones. Como se merece este año tan horrible y tan maravilloso a la vez. Feliz y merecido descanso, Lola. Volveremos a encontrarnos en cualquier parte.
ResponderEliminarCarlota, léete la novela de Onetti, que te va a sorprender.
Abrazos.
Muchas gracias Biblos. También yo te deseo un felicísimo verano. Seguro que nos encontraremos, tengo una cita con "La cólera" a la que no pienso faltar (es lo que tiene compartir los amigos, jeje).
EliminarUn abrazo, compañera.
¡Ayayay...! Confío en tu benevolencia.
EliminarBonita lección, Lola. Empieza Ustinov diciendo que, al no haber sindicatos ni nociones de la ética del trabajo, Haydn se vio obligado a esta sutileza para llamar la atención sobre un abuso. Termina diciendo que el gran compositor puso en peligro su carrera con este acto, pero que lo que pasó fue que aún estuvo yendo a Esterhaza 20 años más. Esto, en 1772. 240 años después, en una época en que SÍ hay sindicatos y creemos que cierta noción de la ética del trabajo, en un país de las Maravillas, ciertos gobernantes que a la fórmula Despotismo Ilustrado le han quitado lo de ilustrado están poniendo en marcha abusos que dejan enano al que sufrieron aquellos músicos. Ciertamente, los gobernantes de hoy tienen en teoría mucho menos poder que aquel prícipe del antiguo régimen, pero da la impresión de que son bastante más abyectos y menos respetuosos con unas mínimas formas. Ahora bien, forzoso será decir que quizás deberíamos tomar ejemplo de Haydn: a lo mejor podríamos probar a jugarnos un poquito nuestras carreras (creo que no tan amenazadas como la suya) y apretar un poco más a nuestra princesa: ¿quién nos dice que no acabaría también recogiendo velas? Sorprende un poco ver que en una época con derechos la orquesta reacciona con la timidez de cuando no los había. Un saludo y buen verano.
ResponderEliminarEstupenda reflexión, Guachimán; no tuvieron la misma delicadeza nuestros vecinos del norte cuando se hartaron de ser pisoteados por los poderosos de turno y un año después de esta anécdota hacían rodar cabezas por doquier, je, je. En cuanto al paralelismo que estableces, romperemos una lanza en favor de "nuestro gremio" recordando que miles de nosotros nos hemos jugado ya el sueldo y las vacaciones y hemos manifestado muy delicada y musicalmente nuestra disconformidad con la situación. La diferencia está en que nuestros príncipes no quieren o no saben escuchar...quizás "tienen un oído en frente del otro"...deberían haberse cultivado un poquito más, je,je.
EliminarUn abrazo y buen verano también para ti.
Sé que a veces soy un poco jacobino, Lola, pero creo que, aunque hemos hecho mucho y encomiable, al adversario formidable y carente de escrúpulos que tenemos enfrente, solo tendremos posibilidad (digo posibilidad, no certeza) de vencerle con posturas rotundas, de esas que llevan riesgo. Lo que llevo pensando desde hace tiempo es que nos han quitado ya tanto, y tanto nos están quitando y tanto nos piensan quitar que a lo mejor asumir riesgos empieza a ser mejor negocio que aguantar. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, Guachimán; las cancioncitas y los globitos ya cansan. Por cierto que, por alguna extraña razón, he confundido 1772 con 1792. ¡Empiezan a patinarme las neuronas!
EliminarPero no tiene porque ser un "adiós", puede ser un "hasta pronto" :) Porque no dudes que para los que si ha sido nuestro último curso,volveremos por esos pasillos que con tantas ganas queriamos dejar de pisar,y los cuales anhelaremos como a los habitantes que hay en ellos y que muchos,almenos para mi,han sido más que profesores.
ResponderEliminarFELIZ VERANO :)
Por supuesto que no es un adiós; nunca lo es Criis. Los profes nos sentimos muy orgullosos de vosotros, sois, en cierta medida, un poco "nuestros" y nos hace felicísimos que vayáis a visitarnos y que nos recordéis. Han sido años compartiendo muchas cosas.
EliminarTambién yo te deseo un verano maravilloso: ¡te lo mereces! :D