Pedro y el lobo es el primer cuento musical de la historia, compuesto por Sergei Prokofiev en 1936 con una clara intención didáctica; comienza con la presentación, por parte de un narrador, de los instrumentos que intervienen y que corresponden a cada uno de los personajes. Cada uno de ellos, además, tiene su propia melodía que lo identifica.
Como podréis ver, la música de Prokofiev sigue estando de actualidad, y como muestra, dos ejemplos muy recientes: un anuncio de Coca-cola de 2009 (arriba) y el cuento musical mas famoso del mundo en la versión cinematográfica ganadora del Oscar al mejor corto de animación en 2008. El cortometraje, ambientado en la actualidad, prescinde de la presentación y del narrador.
No he podido resistirme y lo he puesto completo. En el primer enlace tenéis una estupenda guía para escucharlo mejor y aprender más y en el segundo, la información sobre la película.
Cuerdas, oboe, clarinete, flauta, fagot, trompas y percusión....¿adivináis quiénes son?
Es una preciosidad ¿verdad?. Qué bien, Bego, ¡te fijas en todo!
ResponderEliminarMuchos besos.
No podía tardar en llegar Pedro y después el Lobo. Sólo una cosa: ¡Qué maravilla! Es la evidencia de que la música clásica no es sólo para unos sesudos con cara de palo. Puede que sea de las cosas más universales y como se decía antiguamente, para niños y mayores y si no, que se relajen, que abran las orejas y que se dispongan a oir a Pedro, el lobo y todos los animalitos que se cuelan este cuento. Que ran tentación ¿verdad?
ResponderEliminarEl último comentario del torero es mío: cosas de la "tésnica".
ResponderEliminarPues, sea de quien sea el comentario, lo cierto es que dice verdades como puños. El problema, Carlota, es que algunos no quieren, ni relajarse ni abrir las orejas. ¡Ellos se lo pierden!
ResponderEliminarBesos.
No es por seguir en de quien es tal o cual comentario, pero el de Carlota se ha debido perder. Ella es bastante más delicada y tiene mejor estilo que yo y a lo mejor no llamaría sesudos a los sesudos. La avisaré para que vuelva a enviar su opinión, que es muy buena, sobre un vídeo que no conocía, como yo, y que la ha sorprendido mucho.
ResponderEliminarGracias por aclararlo, Enrique: en cualquier caso, creo que todos estaremos de acuerdo, y sobre los sesudos.. bueno, al pan, pan y al vino, vino, je, je.
ResponderEliminarBueno, que se ha debido ir al garete el comentario de marras. Te decía que no conocía el corto y que pensaba que se le podía sacar partido en una clase de Lengua, ha sido muy buena idea ponerlo completo. ¡Viva Prokofiev!
ResponderEliminar¡Pues viva y manos a la obra!:D
ResponderEliminarUna delicia. Sí lo conocía. Lo había visto por ahí, en algún otro blog. No sé qué lío se traen entre manos el torero y la hermana de Orlando (¿o era Leopold?) Bloom. Yo de los sesudos no sé nada.
ResponderEliminarUn abrazo.
PD:
Si algo demuestra esta entrada (entre otras cosas, claro) es que eres una excelente anfitriona: los deseos de tus seguidores son órdenes para ti.
La verdad es que estoy encantada de mantener estas charletas con vosotros. ¡Cómo no seguir la pauta que me marcáis si estoy encantada con los que venís por aquí, melómanos y aficionados, deseosos de conversar y de escuchar! Además, Biblos, aquí, por suerte ¡no estamos sujetos a ninguna programación! ¡Éste blog es completamente "Ad libitum"!¡¡Vive la liberté!!
ResponderEliminarUn abrazo, compañera y, si tienes alguna petición ...ya sabes. :D
Yo si tengo una petición. Abusando de que seas tan buena anfitriona voy a hacerte una consulta. Hace años vi en TV como escenificaban en un ballet la Fragua de Vulcano y usaban una música de Shostakovich. Era una música muy reiteratiba, pero dada mi incultura musical, no sé a que obra se refiere, pero que llevo buscando desde entonces. Alguien me dijo que era la 5ª, otro la 7ª, pero no es ninguna de las dos. Si con estos pocos datos me puedes dar una pista, te lo agradeceré eternamente. Gracias y perdona por el atraco.
ResponderEliminarSí que son pocos datos, Enrique; puede ser como buscar una aguja en un pajar. El uso de esquemas rítmicos que se repiten constantemente, es característico de su estilo y a veces lo hace, como bien dices, reiterativo. Ten en cuenta, además, que solo sinfonías, ¡tiene quince! (eso suponiendo que el fragmento en cuestión pertenezca realmente a una de sus sinfonías).
ResponderEliminarDe todas formas, con paciencia, a lo mejor la encontramos. Buscando en youtube he encontrado algunos posibles candidatos. Si quieres, te envío las direcciones al correo de tu blog (o al que tu me digas) para que las vayas escuchando. ¡Te vas a enshostakovichar! ji, ji, ji!
A ver si hay suerte a la primera!