domingo, 24 de octubre de 2010

DON GIOVANNI

Fotografía y mucho más

Isabela: ¡Ah, cielo! ¿Quién eres, hombre?
Don Juan: ¿Quién soy? Un hombre sin nombre

(Tirso de Molina: El burlador de Sevilla)


"Don Juan vive obsesionado por las mujeres y corre de una en otra, sin detenerse nunca en ninguna de ellas....es incapaz de amar.....se encara con el propio Dios, asaltando los claustros y faltando al respeto a las marmóreas efigies de los muertos."

(Gregorio Marañón: Don Juan)



Se acercan días de tenorios y difuntos , y entre "donjuanes" literarios - de los que ya se ocupa nuestra querida Carlota Bloom - y "donjuanes musicales", parece que es el momento de volver sobre el Don Giovanni de Mozart.
Esta ópera cuyo libreto - como ya sabéis - se basa en El Burlador de Sevilla de Tirso de Molina , nos presenta un Don Giovanni cruel de pensamiento y de obra, que terminará pagando con la vida y el alma todos sus desmanes y felonías. (En los enlaces tenéis los textos completos)

He seleccionado para la ocasión dos de las escenas más célebres de la obra.

En la primera  asistiremos al momento en el que Leporello, el fiel criado de Don Juan, muestra a la atribulada Doña Elvira - dama abandonada que a pesar de todo, lo ama - la larguísima lista de amantes y conquistas de su amo.
No perdáis detalle de como la música obedece al texto en todo momento cuando se refiere, por ejemplo, a las cifras y a los países, o a las cualidades que embellecen a las damas de toda clase y condición.





Aquí podéis ver el rodaje de la misma en el famoso film de Losey del que ya os hablé en la entrada Día del libro 





En esta otra escena asistimos a la tremenda aparición del "convidado de piedra", el comendador difunto que viene a cenar con Don Juan aceptando la invitación de este . Vemos como , sin piedad, se lo lleva con él al infierno, condenado para siempre. De nuevo la música subraya con fuerza la intensidad de las escenas.




Don Giovanni se estrenó en Praga el 29 de octubre de 1787.

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sábado, 16 de octubre de 2010

OBSTINACIÓN

Foto

Yo las amo, yo las oigo
cual oigo el rumor del viento...

(Rosalía de Castro: Las campanas)

Fueron las campanas de la desaparecida iglesia de Santa Genoveva del Monte de París, destruida en tiempos de la Revolución, las que inspiraron a Marin Marais (1656 - 1728) la obra titulada Le sonnerie de Sainte Geneviève du mont (Las campanas de Santa Genoveva del monte).
Escrita en Re menor en el año 1723, forma parte de La gamme et autres morceaux de symphonie pour le violon, la viole et le clavecín (Escalas y otras piezas para violón, viola y clavecín) y se caracteriza por un bajo ostinato de tres notas - Fa, Mi , Re,- que se mantiene de principio a fin y sobre el que la viola de gamba irá desarrollando una virtuosística melodía. (Marais dedicó su vida y su obra a la viola da gamba , instrumento del que nos ocuparemos en otra ocasión).

Recordemos que en Música se llama ostinato (obstinado) a la repetición continuada e insistente de un motivo melódico o rítmico mas o menos largo. El motivo de la "obstinación" puede ser todo un tema (como ocurre en el Bolero de Ravel), una frase (como en el Canon de Pachelbel) o sencillamente tres notas (como en el caso que nos ocupa). El ostinato fue muy utilizado en el Barroco, especialmente como bajo continuo sobre el que iba desarrollándose la línea melódica.

Precisamente con la Sonnerie de Sainte Geneviève du mont se inicia la preciosa y premiada película Tous les matins du monde (Todas las mañanas del mundo), dirigida por Alain Corneau en 1991, en la que Gerard Depardieu encarna al compositor francés y que incluyo también .

Os dejo pues con su obstinada monotonía y su fascinación.






Incluyo también la versión de Kurt Redel dirigida por el Maestro Sergio Berlioz, que ha tenido a bien honrarnos con su visita.



(Aquí enlazo información sobre el pintor Watteau y su obra)

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domingo, 10 de octubre de 2010

SOBRE EL CEREBRO Y LA MÚSICA

Termina la Semana del cerebro y en Ab música no queremos desaprovechar la ocasión para volver sobre este tema tan trascendente y que tanto interesa a estudiantes, profesores, padres, músicos y no músicos.
De todos es sabido que la escucha, el aprendizaje y el ejercicio de la música, además de proporcionar un gran placer, contribuyen y favorecen el desarrollo de ciertas capacidades cerebrales.



Pero el cerebro hay que cuidarlo: ejercitarlo y proporcionarle el debido descanso; (sobre este particular os recomiendo la lectura de este sustancioso texto del doctor Tony Chávez que os enlazo).

Este último aspecto no parece tenerlo muy claro Calaf, el protagonista de Turandot , que no deja descansar su mente... ni la de los demás y que acude a la mía en este momento por alguna extraña razón (misterios del cerebro, claro).

Turandot, la última e inacabada ópera de Giacomo Puccini , cuenta la historia de una cruel princesa china llamada así, Turandot, que solo se casará con aquel príncipe que logre descifrar tres enigmas propuestos por ella; todos aquellos que no lo consiguen son ejecutados sin piedad. Uno tras otro van cayendo los pretendientes hasta que aparece Calaf, que resolverá los acertijos. Pero...éste a su vez, le plantea un enigma a Turandot:

Tres enigmas me has planteado
y tres he resuelto.
A ti te voy a proponer solo uno:
no sabes mi nombre.
Dime mi nombre.
Dime mi nombre antes del alba
y al alba moriré.

Calaf pasará en vela toda la noche esperando ansioso el amanecer.

No cabe duda de que existen cerebros extraordinarios, como el de nuestro personaje Calaf y como lo debió ser el de Puccini. Descansemos ahora el nuestro escuchando y disfrutando su música, llena de una fuerza y de un sentimiento que ponen los pelos de punta.

"Nessum dorma" (que nadie duerma):

¡Que nadie duerma! ¡Que nadie duerma!
¡Tú también princesa,
en tu fría estancia
miras las estrellas que tiemblan
de amor y de esperanza!
¡Mas mi misterio se encierra en mí,
mi nombre nadie sabrá!
¡No, no, sobre tu boca lo diré
cuando resplandezca la luz!
¡Mi beso deshará
el silencio que te hace mía!