domingo, 2 de junio de 2013

COSAS RARAS




Vicente Martín y Soler (1754-1806)
Procedencia de la imagen

Hemos salido del Clasicismo atropelladamente; se nos echa encima el final del curso y apenas si iniciamos el siglo XIX; qué le vamos a hacer; no hay tiempo material para más profundizaciones y más gozos. Los currículos mandan y mandan bastante mal, por cierto, pero siempre es mejor mandar mal que mandar nada. Eso es lo que quizás nos espere en los tiempos venideros en los que la Música, la maravillosa y  necesaria Música, a la que hay que buscar con lupa en ese proyecto de Ley Orgánica para la Calidad Educativa (LOMCE),  se pierde en el saco de lo ¿trivial? ¿decorativo? ¿complementario?...  en compañía de y en competencia con: Segunda Lengua Extranjera,   Cultura Clásica,  Tecnología, Educación Plástica y Visual, Valores Éticos, Religión (otra vez, sí)  y....¡tachán! Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial.
Es cierto; no está Ella entre las disciplinas troncales (a), ni entre las "auténticamente" específicas como la Religión,  que encontramos  instaurada en todos y cada uno de los cursos,  bien contemplada y destacada en un "específico aparte"(b) (junto con la Educación Física; que no parezca que está sola...).
En fin, que forma parte de ese conjunto de  materias específicas "de relleno"(c) que bien podríamos denominar  aquí específicas ad libitum y que se estudiarán si la autoridad competente lo estima conveniente (en función de la oferta educativa que establezca  cada administración educativa   y en su caso de la oferta de los centros docentes. Pg.20). 

Pues ahí queda eso. La Música...al final y "según mercao", que decían en el pueblo.

Pero volvamos a lo nuestro, completemos un poquito el Clasicismo y dejemos las   inútiles lamentaciones para otro momento. No es la LOMCE, aunque lo parezca,  esa "cosa rara" que quería mostraros aquí hoy. Lo que vamos a ver es  algo infinitamente más bello y sorprendente, por mucho que se titule precisamente "una cosa rara". 
  
En 1786, apenas seis meses después del estreno de  Las bodas de Fígaro,  el público vienés pudo asistir al estreno de otra ópera, esta vez titulada Una cosa rara, compuesta por el español Vicente Martín y Soler (1754-1806) sobre un  libreto del famoso Lorenzo Da Ponte, inspirado a su vez en  la comedia La luna de la Sierra de Luis Vélez de Guevara.  
Ambas óperas tratan en sus respectivos argumentos un tema candente para la época:  los abusos de la aristocracia sobre  las clases humildes    (fijaos en la fecha, tan próxima a la Revolución Francesa)


Qué cosas ¿verdad? un español, valenciano por más señas, codeándose con Mozart y Salieri en la capital de la música;  y lo que os resultará más sorprendente, gozando de un reconocimiento y de una fama aún mayores que la de sus conocidos contemporáneos. Para muestra, este dato:  Una cosa rara se representó  más de cincuenta veces.
Tan respetado era nuestro Vicente y tan apreciada su obra que el mismísimo Mozart le concedería un lugar en su Don Giovanni, en cuyo segundo acto utilizó la melodía de una de sus arias.
En el siguiente  vídeo, editado por Adolfo León Sepúlveda, se muestran ambos momentos; en primer lugar (hasta el minuto 1:38) la escena de  Don Giovannni  en que suena de fondo la música de Martín y Soler  y después el audio correspondiente al original "Una Cosa Rara" .

 

El argumento de este "drama giocoso"  (Una cosa rara, ossia Bellezza ed onestà),  se desarrolla en un pueblo de Sierra Morena donde el príncipe Juan pretenderá conquistar a una serrana, Lilla, enamorada del  pastor Lubino. Precisamente a la fidelidad y la honestidad de la protagonista hace referencia el subtítulo que lleva  la obra: ossia belleza  ed onestà.

Escuchemos la obertura interpretada por  The World Orchestra of Jeunesse Musicales  bajo la dirección de Josep Vicent.

 

Los melómanos podéis escucharla completa en este enlace; es una delicia que nadie debería perderse.


Para saber más sobre Martín y Soler, también llamado “ Martín lo Spagnolo” o “ El Mozart valenciano” os recomiendo los siguientes enlaces:

Vicente Martín y Soler. Semblanzas de compositores españoles. Leonardo J. Waisman.Fund. Juan March
Una cosa rara. Obertura. de Gumersindo Díaz (de quien tanto aprendí)
Una cosa rara. partitura completa

6 comentarios:

  1. LolaMU:
    Entiéndelo, la música no tiene caabida en un plan de estudios como Dios manda en España. ¿Qué quieres que pasemos de ser un país de sordos musicales a un país con conocimientos musicales? No hombre no, eso está reservado a las élites, que son los únicos con ese derecho. Y además parece que se refuerza ese tópico de que la música clásica te duerme y es un aburrimiento. Lo que parece que más nos preocupa sobre música es poder decir que vemos el concierto de Año Nuevo en la tele, por eso del barniz cultureta, y que España quede bien en Eurovisión. Y luego vas por ahí y se te empaña la cara de envidia al ver como en algunos países todo el mundo toca un instrumento, hay conciertos pequeñitos en muchos locales, la música está instalada en su cotidianidad, pero aquí... Qué te voy a contar a ti que no sufras todas los días.
    Muchos besos
    PD.: ¡Ah! Me ha encantado este descubrimiento, me da mucha alegría ver que aquí hubo músicos que andaban por esas cortes europeas en siglos pasados y que además da gusto escuchar.

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    1. Qué te voy a decir, Enrique. Tú lo has dicho todo. Aunque este "documento" al que nos referimos solo es un proyecto que habrá que desarrollar, no deja de ser triste que esté redactado de tal manera que denote tal falta de consideración y buen criterio (por no decir de cultura y conocimiento) y que desprenda ese tufo especial que muchos detectamos...(y sabes que no lo digo solo por el trato que se da a la música).
      Celebro que te haya gustado la "rareza" de Martín y Soler. Tiene otras muchas preciosidades, ya lo verás.
      Un beso.

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  2. Lola Mu, he tomado la clase con súbita emoción.Realmente el intercambio fue fraterno.

    Un abrazo que no es cosa rara.

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    1. Lo celebro de veras, Sergio. Tampoco es cosa rara que lo disfrutes: los espíritus sensibles como el tuyo saben apreciar la belleza hasta en lo más extraño y peculiar. Abrazos para ti también.

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  3. Juraría que ya había dejado un comentario :-( El caso es que raro sí que es eso del señor valencianoy Mozart; lo otro desgraciadamente ya no nos resulta raro, pero eso no significa que nos tengamos que acostumbrar a los atropellos y barbaridades. Tomo buena nota de tus enlaces, compañera. Un abrazo.

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    1. Carlota, no es tan raro que se pierdan los comentarios en este extraño mundo cibernético ¿verdad? Sabemos bien que hay rarezas hermosas, curiosas y simpáticas...pero también que las hay feas, aberrantes y absurdas. Qué cosas...
      Muchos besos.

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