No pretendemos revisar aquí la obra de Montesquieu, no; tan solo invitar al análisis y a la reflexión sobre si ciertamente las leyes tienen espíritu o transmiten y reflejan el de quienes las elaboran y redactan.
"La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía."
Con esta frase comienza el borrador de un anteproyecto (LOMCE) en el que no se encuentra por ninguna parte el Bachillerato de artes escénicas, música y danza. Está más que claro el espíritu de esta enésima ley.
Parece justo lo contrario a este otro documento: Llamamiento para la promocion de la Educacion Artistica y de la Creatividad (Enlaces para la Educación y el Arte. UNESCO)
Qué hartazgo y qué tristeza. Cuando no hay palabras siempre queda la música; a mí se me ha quedado, además, la misma cara que a Sibelius
El Vals Triste, Op. 44, No. 1 formaba parte, en un principio, de la música incidental para la obra dramática del escritor finlandés Arvid Järnefelt titulada Kuolema (Muerte) (1903). Un vals maravilloso pero triste, para un otoño triste....¿o no?
Qué bien nos vendría su Lutherapia en estos momentos...
¡Lola, qué se venga para acá echando virutas el Ortega ese! ¿Cómo es posible que nos falte este cromo en una colección de chorizos tan impecable como la nuestra? La verdad, ya hablando en serio, que produce absoluta tristeza esa frase como frontispicio de una propuesta educativa. Uno solo puede preguntarse: ¿pero esta gente entiende de algo que no sea despeñarse detrás de una moneda de dos euros? Afrontemos esto con firmeza y sin deprimirnos o será peor. Un saludo.
ResponderEliminarCon firmeza, desde luego, Guachimán, y con buen humor siempre que podamos, aunque a veces resulte verdaderamente difícil...Saludos, compañero.
EliminarY tan triste. Estamos en una espiral de tristeza e indignación colectiva difícil de sacudir, Lola. Lo del Bachillerato de Artes Escénicas no tiene nombre: eso deja bien claro el talante de estos hombrecillos y mujercillas tristes y tenebrosos, afanados solo en complacer a banqueros y eurovegas varios. El vals de Sibelius viene al pelo, desde luego: es triste, pero precioso. Aun así te agradezco mucho que al lado pongas a Les Luthiers: ¡¡¡¡¡el humor nos salva!!!!!! (Qué pena no poder verlos en Madrid estos días :)Un abrazo
ResponderEliminarCarlota: he vuelto a buscar y rebuscar en ese documento, y nada de nada. Me parece absolutamente discriminatorio (¿unas artes sí y otras no?)además de poco solidario con tantísimos alumnos que desean compaginar los estudios musicales con los secundarios. No pueden hacerse una idea de lo difícil que resulta y del enorme esfuerzo que eso requiere; ese bachillerato era lo más parecido a una enseñanza integradora de artes. A Les Luthiers solo nos podemos acercar virtualmente porque con esos supersueldos que nos han dejado...En fin; mucha suerte compañera porque la mierda... ya la tenemos encima.
EliminarBesitos
LolaMU:
ResponderEliminarHemos vuelto a los tiempos en que se pensaba que todo lo que no servía para algo a cortísimo plazo era inútil. Pues afortunadamente la música es de lo más inútil del mundo, solo nos vale para alegrarnos, recordar, sentirnos mejor, disfrutar, llorar, reír, amar, llenar la soledad, animar la compañía, despertar la sensibilidad y muchas más cosas de esas de las que un hombre debe huir, que eso es de mujeres, aunque haya algún hombre débil que se deje llevar por esta mala influencia de la música. Y encima esos señores de acento sudamericano, que solo dicen bobadas, pero que enseñan muchas verdades detrás de sus locuras. Viva lo inútil que nos hace diferentes. Muchos besos para ti y todos los de la inutilidad militante
Tienes razón Enrique, parece que volvemos a otros tiempos y lo cierto es que no nos hace ninguna ilusión - por mucho que nos guste la Historia, je, je - . Lo más gracioso es que quieren que seamos europeos y no deben saber que en Europa la música es fundamental y que nos dan mil vueltas en cultura y conocimientos musicales...en fin. Muchísimas gracias por tus palabras de ánimo y por ser tan músico. Muchos besos.
EliminarNo sé qué decir porque se me agolpan razones, argumentos y sentimientos, y me molesta lo de "ser serio" y "emprendedor" como antítesis del estudio de las artes. ¿Qué hay del pensamiento creativo? ¿dónde queda la inteligencia emocional? ¿qué va a ser de ciudadanos con el oído y los ojos atrofiados? Cerebros sin ojos ni oídos...todo un desperdicio en la era de la rentabilidad de los recursos. ¿Arte sin espectadores?
ResponderEliminarEs todo tan lamentable Crisitina... Tampoco yo tengo palabras, o sí; lo que estamos viviendo da para todo un ensayo - o mejor, tesis - sobre música y educación, pedagogía, cultura, sociedad, integración, principios, inteligencia y desarrollo intelectual, ética, valores, convivencia...Hay que negarse a retroceder; seguiremos pensando cómo hacerlo y actuando.
EliminarAbrazos, compañera.
No voy a echar leña a la hoguera si les cuento lo que pasa en México y aquí en Portugal, mejor tratar de mantener al animo firme y no soltar el timón.
ResponderEliminarEl humor es oxigeno y la música bálsamo.
Abrazo solidario.
Tienes toda la razón, Sergio; habrá que intentar capear el temporal de la mejor manera; pero no es nada fácil. Aunque el panorama es muy feo a ambos lados del Atlántico, hay que dejarse oír, acá y allá. Entretanto, refugiémonos en las cosas bonitas. Muchas gracias por tu apoyo, compañero.
Eliminar¿La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía? Claaaaro... Por eso estamos aquí, para promover esas cositas (fundamentales para el desarrollo personal y humano). Ascazo total... Yo, el día menos pensado, emigro.
ResponderEliminarPues es cosa de pensárselo, Biblos. Eso sí; habrá que elegir cuidadosamente el destino porque tal y como está el patio... Qué desazón (o mejor, ascazo, me ha gustado mucho, je je)
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