jueves, 9 de febrero de 2012

FUENTES




"Sobre el agudo ciprés
brillaba la luna llena,
iluminando la fuente
en donde el agua surtía
sollozando intermitente.
Solo la fuente se oía".

Antonio Machado A Juan Ramón Jiménez


Las fuentes suenan; todo el mundo lo sabe. Algunas - dicen los poetas - lloran, murmuran, parlotean; hoy también sabemos que cantan, pero no metafóricamente, no; producen música como cualquier otro instrumento afinado. Lo hemos sabido hace pocos dias; nos lo ha contado Javier Fernández, compañero en esto de la educación y patrón de ese sorprendente barco llamado La ciencia para todos, fuente incesante, por cierto, de información y de saber científico que sigo desde hace largo tiempo.

Antes de continuar, ved y escuchad atentamente este vídeo



Curioso ¿verdad?

Pues bien; como habéis visto, el instrumento/ fuente se llama hidraulófono (Hydraulophone). Su invención se debe al ingeniero y profesor canadiense Steve Mann y en él, se utiliza el agua para generar sonidos con los que poder hacer música. Una bomba se encarga de mantener la presión de agua en el interior.
El agua ya se utilizaba para estos fines desde antiguo: en nuestra adorada Grecia (s.III a. C.), Ctesibio - quizás inspirador de Mann - inventó el órgano hidráulico . Y... ¿recordáis el glass armónico?

Aparentemente su funcionamiento sería similar al de un instrumento de viento: el sonido se produce tapando y abriendo los agujeros, por los que, en este caso, sale el agua. Al tapar los agujeros se bloquea su salida cambiando el flujo y la presión de ésta en el interior, lo que afecta al mecanismo asociado que produce el sonido.
Según he podido saber, habría diferentes tipos de hidraulófonos: con bisel o con lengüeta . Si observáis el del Ontario Sciences Centre (en el vídeo), veréis que está rodeado por enormes tubos con lo que parecen biseles , como los de un órgano .

AQUÍ , AQUÍ y AQUÍ podéis ver otro modelo distinto con todo detalle; fijaos en que sus tubos están sumergidos, por lo que tendrá que llevar, además, un sistema de amplificación del sonido.
EN ESTE OTRO ENLACE se puede aprender más sobre la afinación y otras cuestiones, con interesantes imágenes (bombas de agua y otros entresijos tecnológicos).

Pero nadie mejor que su propio creador para responder a nuestras preguntas. Encontraréis toda la información en la página de Steve Mann: FUNtain.ca (os va a encantar) y en los artículos "Hydraulophone designs considerations" y "The electric hidraulophone". Eso sí; tendréis que traducirlos.

Y para terminar, una curiosidad. Hay quien llama poseidófono (por aquello del dios de los mares) al hidraulófono, y como una cosa lleva a la otra y ya que hablamos de Poseidón, me vais a permitir dejaros con uno muy guapo al que nos gusta mucho visitar (la última vez ha sido este pasado martes). Me refiero al madrileño, a ese elegantísimo y atlético Neptuno que asiste desde hace ya meses a nuestras concentraciones desde su fuente, testigo y oyente mudo de las quejas y cantos de una docta multitud que, por cierto, cada vez suena mejor (en esto de la música, el ejercicio y la práctica son la clave del éxito y aunque parezca un imposible, a fuerza de insistir se consiguen los objetivos y se alcanzan todas las metas).

Tanto me gusta esta fuente que pienso dedicarle una entrada solo a ella.

14 comentarios:

  1. Qué currazo, compañera.Muchas gracias por ilustrarnos sobre este artilugio que me sigue pareciendo técnicamente un pelín complicado aún.. Habrá que hacerse con unos planos detallados o hablar con el figura ese, así recuerdo mis años de construcción de instrumentos con mis chavales de Fuenlabrada http://www.telefonica.net/web2/javierfpanadero/index.html

    Hay que seguir en la la lucha y a ver si coincidimos en persona un día de estos. Aunque creo que deberíamos ser más contundentes con nuestras acciones, léase, parar de veras y forzar una respuesta. En fin..

    Un abrazo, compañera y gracias de nuevo por el trabajo tan detallado y la mención.

    P.S.: Te he twitteado y facebookeado..

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    1. También a mi me parece complicado, Javier, ¡sobre todo porque no tengo ni idea de tecnologías y cosas científicas jajajaja!
      Ya conocía yo tus instrumentos (tengo muy cotilleado tu blog, jeje).
      Las gracias a ti por el twitteo y todo eso (que todavía no se hacer, por cierto). He de seguir aprendiendo.
      Un abrazo para ti.

      PD: ¡es posible que hayamos estado hombro con hombro sin saberlo!

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  2. Delicioso artículo de agua y música, de fuentes musicales con su acuoso-melódico hidraulófono. Pues en el deleite de la lectura, me he acordado por correlación de las "Fuentes de Roma" de Respighi. Y buscando una grabación me he topado con la mítica de Fritz Reiner y la Sinfónica de Chicago, que en esta serena noche te dedico, querida Lola:

    http://www.youtube.com/watch?v=1RD9a8EfzNs

    Hidraulofónicos bicos.

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    1. Estamos de acuerdo en que las fuentes, por lo general, son preciosas, José Manuel, pero las de Roma....¡Oh!... ¡y si son de Respighi, más! Me ha encantado tu contribución; es una versión maravillosa
      ¡Muchas gracias y moitos bicos!

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  3. LolaMu:
    Lo de las fuentes, mezclando la música con el sonido del agua es alucinante, pero no lo es menos la gente que anda por ahí y que es capaz de tocar así.
    Los rojiblancos estamos encantados de compartir fuente con vosotros, nosotros realmente la usamos poco, pero estaría bien la estatua con una bufanda del Aleti y una camiseta verde. ¿no?
    Besos

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    1. Tienes razón, Enrique, ¡cuanto músico anónimo anda suelto por el mundo! Hablando de nuestra fuente: os agradecemos mucho a los rojiblancos vuestra buena disposición: no todo el mundo estaría dispuesto a compartir "tan atlético" patrón, je, je. Lo de vestirlo...será cuestión de proponérselo a la alcaldesa, a ver qué le parece, jeje.
      Muchos besos... rojiblanquiverdes.

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  4. Gracias Maestra, mi oído quedó gratamente hidratado.

    Abrazos oxigenados.
    Sergio Astorga

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    1. Lindezas del agua, Maestro. ¡Es deliciosa!
      Una fontana de besos, Sergio.

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  5. Impresionante. A mí siempre me ha fascinado, en general, el sonido del agua, y aunque confesarlo haga pensar que me falta un hervor, tengo una colección de sonidos de fuentes en el móvil de mil y un sitios... Aunque, con la de veces que he ido este año, y no porque haya ganado algo el Aleti precisamente, me falta la de Neptuno :))

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  6. Ya sabes que también a mí me atrae muchísimo el sonido de las fuentes y del agua en general, Carlota (¡qué espíritus tan poéticos tenemos, compañera!). Lo de Neptuno tiene muy fácil solución: el próximo día lo grabamos (¡será por días...!); lo malo es que, igual ni se oye, jejeje.
    Un beso.

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  7. Un gran artículo, me ha encantado y me ha hecho recordar cosas. En Málaga hace algunos meses se inauguró el "Palmeral de las Sorpresas" un parque junto al mar donde algunos de los juegos infantiles son aparatos que emiten sonidos y curiosamente, son los que siempre están ocupados ya sean por niños y adultos. Eso de crear mobiliario urbano que a la vez produce música me parece una gran idea y nuevas formas de experiencia y utilización del espacio público. Igual dentro de unos años encontramos a virtuosos urbanos dando conciertos con estos aparatos. Gran artículo.

    Saludos

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    1. Gracias por tus palabras, Tono Menor. Lo que resulta evidente es que todo lo que produce música atrae poderosamente a las personas, y, como bien has señalado, de manera muy especial a los niños. Hace años que no voy a Málaga, pero la próxima vez que lo haga no dejaré de visitar ese Palmeral de las sorpresas; ¡estoy segura de que me va a encantar!
      Un saludo y gracias de nuevo.

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  8. "a fuerza de insistir se consiguen los objetivos y se alcanzan todas las metas"...que gran verdad Lola.Me ha encantado tu entrada...y ya,si hablamos de "nuestra" fuente para todos los colchoneros,mejor que mejor!!

    Besos!!

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    1. Entre comillas, la frasecita parece algo, jajaja, pero creo que es una verdad de la vida que se aprende sin necesidad de estudiar. Sobre la fuente...me has dado una idea; creo que voy a añadir un adjetivo. A ver si lo encuentras, jejeje.
      Muchos besos y muuuchas gracias, Miguel.

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