Retrato de Arnold Schönberg
"Cuando pinto un retrato, no me preocupo del exterior de la persona,....a partir del rostro, del juego de expresiones y de gestos, trataba de intuir la verdad sobre una persona recreando con mi propio lenguaje pictórico lo que sobreviviría en el recuerdo."
(My life. Oskar Kokochka)
Qué afortunada coincidencia: precisamente cuando hablamos en clase de expresionismo y de otras vanguardias artísticas, vamos a un concierto a escuchar La noche transfigurada, una de las primeras obras de Arnold Schoenberg. Aprovechemos la ocasión y repasemos algunos datos sobre la obra y el compositor.
"Las primeras obras de Schoenberg provocan siempre una impresión agradable en oyentes que esperan tener que vérselas con un extenuante ejercicio atonal. La música irradia sonidos embriagadores, voluptuosos, que recuerdan a los retratos dorados de Klimt..."
(Alex Ross. El ruido eterno)
Noche transfigurada (Verklärte Nacht Op.4) fue escrita en 1899 por Arnold Schönberg (1874-1951). El autor la compuso inicialmente para sexteto de cuerda (dos violines, dos violas y dos violoncellos) sobre un poema de Richard Dehmel en el que se narra cómo dos amantes pasean y conversan en un bosque bajo la luz de la luna; un poema sobre la magia de la noche y la magia del amor.
Pertenece a lo que podríamos llamar un primer periodo de romanticismo postwagneriano - la influencia de obra de Wagner y especialmente de su ópera Tristán e Isolda, será definitiva en la gestación y la evolución del estilo musical de Schoenberg - en el que encontramos sin embargo ecos, sonoridades y texturas propias de Debussy. (No hay mas que escuchar el inicio de la obra para adentrarse y dejarse envolver en la atmósfera nocturna del bosque...)
Vemos pues, cómo en esta etapa, Schoenberg todavía se mueve dentro de la tonalidad, tonalidad que abandonará por completo en los años posteriores para adentrarse en otros universos musicales mucho más complejos que lo conducirán a través del expresionismo atonal hasta el dodecafonismo.
Pinchando en el siguiente enlace encontraréis el poema de Dehmel y toda la información necesaria para elaborar ese trabajo que espero de algunos de vosotros.
Aunque la obra fue arreglada para orquesta de cuerda y revisada en 1943 (versión que escucharemos en el concierto) aquí traemos la versión inicial para un sexteto.
Escuchemos
SCHOENBERG: Noche transfigurada, op. 4 from Música de Cámara on Vimeo.
Para saber más:
Sobre el EXPRESIONISMO un breve pero clarificador vídeo (pinchad en el enlace)
Bibliografía:
Joseph Machlis. "Introducción a la música contemporánea"
Alex Ross. "El ruido eterno. Escuchar al siglo XX a través de su música"
¡Qué suerte tengo! Me encanta este periodo de la música y del arte en general, así que creo que voy a disfrutar mucho del concierto. ¡Un beso!
ResponderEliminarEstoy segura, Carlota. Espero que podamos hacer un bonito reportaje sobre la actividad (contamos con nuestra reportera de 4º)y que nos dé para otra entrada, je, je.
ResponderEliminarBesos y a disfrutar, ¡yupii!
Esta es una pieza fascinante, misteriosa y embriagadora, aún más exuberante en su versión para orquesta de cuerdas. ¡Qué final! La Noche transfigurada expresa sin palabras la amorosa magia, yendo del doloroso lamento al tierno gozo del amor sincero, incondicional, auténtico, redentor... hasta unir las dos almas amantes. ¡Ay!, hoy estoy especialmente poético, querida Lola.
ResponderEliminarUn transfigurado bico.
LolaMU:
ResponderEliminarPara mí la música de este siglo, de aqul ya, que ya pasó, es como si dejara de ser la música de siempre, pero me gusta. Evidentemente se ve que no lo sé explicar, pero tiene un algo que me engancha. Ya me han dicho que el concierto estuvo muy bien y que además fue muy didáctico. Pero que suerte tienen los niños de ahora, aunque ellos no se enteren.
Besos
No se me ocurre nada que añadir a lo que dices, José Manuel; suscribo absolutamente todo. Hemos escuchado la versión para orquesta de cuerda con los chicos en una interpretación magnífica de la Orquesta Escuela de la Orquesta Sinfónica de Madrid (una de las actividades del Proyecto Pedagógico que organiza el Teatro Real)y hemos disfrutado muchísimo. Por cierto: siempre es maravilloso sentirse poético, la poesía lo embellece todo; te felicito.
ResponderEliminarBiquiños.
Pues yo te entiendo perfectamente Enrique, además en concreto, esta obra fascina. Si a la música le añadimos el solecito del invierno madrileño, el cafetito en Ópera y la mejor de las compañías y de las conversaciones, el resultado es una mañana perfecta. Los niños...ya lo apreciarán, seguro.
ResponderEliminarUn beso muy grande.