lunes, 17 de mayo de 2010

EL FESTIVAL


>Como ya se oye hablar estos dias del festival de Eurovisión, y haciendo gala de mi proverbial oportunismo, aprovecho la ocasión para presentaros a Marc Antoine Charpentier (1636 - 1704) . Este músico del barroco francés, discípulo del italiano Carissimi (al que solemos referirnos cuando estudiamos la cantata y el oratorio) y considerado uno de los mas grandes compositores de música sacra en Francia, es el autor de una de las obras más conocidas e interpretadas por los europeos del mundo contemporáneo. Os hablo del preludio de su Te Deum que escuchamos arriba.

El "Te deum" es uno de los más antiguos himnos cristianos de alabanza a Dios al que muchísimos compositores han puesto música a lo largo de la historia. Este de Charpentier se inicia con el famoso preludio instrumental que se ha utilizado como sintonía de Eurovisión desde los años cincuenta y que abrirá, una vez más , el famoso festival. Encontraréis en esta obra ese gusto por el contraste y por lo grandioso tan característicos del barroco y que se aprecia, tanto en la forma como en la instrumentación (atentos al papel que desempeñan los metales y la percusión y al carácter tan brillante que le confieren). Aquí tenéis una adaptación por si queréis tocarlo (¡también se puede escuchar!).




Pues volviendo a los festivales, os diré que ya se celebraban el la antigua Grecia y que, a pesar de que en el mundo de la música los hay de muchos tipos y mucho más prestigiosos, hubo un tiempo en el que éste de Eurovisión era todo un acontecimiento capaz de reunir a las familias en torno al televisor; lo seguíamos con ilusión e interés hasta el final y más de uno lo recordará con cariño: "guayominí... de puan" ¡hasta aprendíamos idiomas!
Para teminar nuestra incursión por esas fiestas especialmente musicales (RAE) que son los festivales, os traigo algunas fotos del que organizamos el curso pasado, "algo pequeñito" eso sí, y del que guardo tan buen recuerdo.

11 comentarios:

  1. Je, je, qué habilidad para "hilar" una cosa con otra, LolaMu. No conocía en absoluto la procedencia del famoso himno, menos mal que paso por aquí y me entero de cosas muy interesantes. ¡Qué bueno, las fotos del festival! Si se ven, comprobarán lo que han crecido en un año, es increíble...(Y de "algo pequeñito", nada, ¿te parece poco?)(Creo que hasta el jueves, ¿no?)

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  2. Yo seguro que veo Eurovision, nunca me lo pierdo...tu lo ves profe?

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  3. Carlota,¡a ver si no los voy a reconocer cuando vuelva! je, je. Pronto lo sabremos (snif), entre tanto nos vemos el jueves, claro que si.
    Un beso.

    Betty, si te digo la verdad, hace ya bastante tiempo que dejé de verlo, creo que del último vi alguna actuación (un cantante con stradivarius incluído entre ellas)y del anterior también vi el chiqui chiqui famoso, jua, jua.
    Este año procuraré no perderme a ese ricitos tan simpático y su vals.... uooo uouo :)

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  4. ¡Me ha encantado esta entrada!
    Amena, divertida, exquisitamente escrita y magníficamente ilustrada con esa presentación de un Festival que, supongo, fue un éxito absoluto.
    Soy uno de los que se sentaban con la familia y no se perdía Eurovisión... ¡Era un acontecimiento! No voy a enumerar los cantantes que recuerdo (para no hacer este comentario interminable, que va camino de ello, y para que no se note lo mayor que soy). Sólo mencionaré lo injusto que me pareció el 2º puesto de Mocedades con su "Tómame o déjame" en la prodigiosa voz de Amaya Uranga y los chicos de Mocedades. Los últimos años, como tú, sólo he visto algo... ¡Habrá que estar atento, como dices, al "simpático rizitos").
    Y, precisamente el domingo pasado, por ser el lunes 17 el "Día de Europa", gracias a un amigo médico-melómano (somos muchos) que nos envía al grupo de amiguetes piezas musicales por correo electrónico y jugamos a adivinar título y autor, me enteré que la música que me llamaba al sillón para ver el festival de Eurovisión era el preludio del "Te Deum" de Marc Antoine Charpentier.

    ¡Enhorabuena, Lola! Y gracias, una vez más.

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  5. Supongo que todo tiene su momento, Bego. Pero, aunque nos hayamos hecho mayores, es verdad que algunas de las canciones dejaron su huella y, como suele decir Enrique, nos recuerdan muchísimas cosas.
    Besitos.


    Gracias Francisco: es verdad que lo vivíamos con mucha pasión. ¡Mocedades! , ¡todavía los escucho! En cuanto al festival del Instituto, ¡qué te voy a decir!, mucho trabajo pero muy gratificante. En fin, pues un abrazo y a seguir con ese juego de adivinanzas que me parece una excelente manera de aprender.

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  6. Recuerdos de infancia... Por cierto, a mí la canción del ricitos me transporta a un mundo de fantasía: de circo, de músicos ambulantes con carromato y todo, de caja de música, o , simplemente, de cuento (¿Pinochio?). En fin, algo chiquitito...

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  7. ¡Si, si, de tio vivo! ¡de vueltas y vueltas! Me gusta tu intuición Biblos!

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  8. LolaMU:
    Como ves, ahora vivo con retraso, pero me ha gustado la entrada de Eurovisión. Ahora ya se oye pocas veces esta música, no como antes
    que la ponían casi para todo. Este es un ejemplo más que nos recuerda que la música clásica está más presente de lo que nos pensamos y tiene que ser un anuncio, una serie o una película los que nos avisen.
    Saludos
    Enrque

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  9. Ya te estaba echando de menos, Enrique, ¡me tenías preocupada! Me has acostumbrado mal. Que sepas que tenía la intención de esperarte antes de seguir.
    Oye, tengo un chascarrillo que comentarte, aunque sé que este no es mejor lugar; leyendo a Carlota en su última entrada ví que alguien de su curso se llama como ¿el torero Domingo Ortega? (de quien oí hablar muchas veces en mi infancia).
    Ya me contarás.

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  10. LolaMU:
    Domingo Ortega ha sido uno de los más grandes del torero, aparte de un señor particular, que yo conocí cuando era muy mayor y yo muy jovencito. En la plaza decían que hacía crugir a los toros con el mando y dominio de su muleta y que no había toro que no se le rindiera a sus pies. Si tienes curiosidad, sale en la película Tarde de toros, recomenble incluso para no aficionados. Además era un señor muy peculiar, salió de su pueblo de Toledo de cuidar vacas, se hizo torero y acabó dando conferencias en el Ateneo de Madrid y siendo citado por el mismísimo Kennedy. Fue el que dijo eso de; parar, templar y mandar. Y si alguien ve una corrida de toros y se fija en las dos rayas concéntricas pintadas en la arena, eso es una idea suya para hacer más espectacular la suerte de varas. Y aquí freno, porque si no voy a resultar más pesado de lo que pueda ser.
    Un saludo

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  11. Muchas gracias por aclarármelo Enrique, me encantan tus clases.
    Un abrazo.

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