Al final no he sido capaz de pasar página sin traer el famoso adagietto de la quinta sinfonía de Mahler; en clase apenas si nos detenemos en los postrománticos (si es que llegamos a ellos) así que aprovecharemos el blog para escucharlos. A los que no lo conozcais os encantará y a los que ya lo conocemos, también.
No quisiera aburriros, pero observad dos características importantes que le confieren ese "color" y lo hacen especial.
- La orquestación. Está compuesto solo para cuerda, se escuchan los violines, las violas, los violonchelos, los contrabajos (los frotados con arco que tan bien conocéis) y sobre ese mar de fondo, el arpa (pulsada).
- La melodía: expresiva, melancólica, sinuosa, inspirada y "profunda" - tanto por el uso de tesituras graves (notas graves) como por el sentimiento que produce en quien la escucha -, parece no tener fin, (como la hebra de un ovillo que no se termina de deshacer...).
Atención melómanos; incluyo también otra canción (de Mahler por supuesto), la segunda del ciclo Kindertotenlieder (Canciones a la muerte de los niños, o canciones de los niños muertos), para que os fijéis en sus cinco primeras notas; a ver si las encontráis en el adagietto.
Otro día hablaremos de Thomas Mann, de La muerte en Venecia , de Visconti y de los kindertotenlieder; ahora os dejo disfrutar.
Feliz fin de semana.
No quisiera aburriros, pero observad dos características importantes que le confieren ese "color" y lo hacen especial.
- La orquestación. Está compuesto solo para cuerda, se escuchan los violines, las violas, los violonchelos, los contrabajos (los frotados con arco que tan bien conocéis) y sobre ese mar de fondo, el arpa (pulsada).
- La melodía: expresiva, melancólica, sinuosa, inspirada y "profunda" - tanto por el uso de tesituras graves (notas graves) como por el sentimiento que produce en quien la escucha -, parece no tener fin, (como la hebra de un ovillo que no se termina de deshacer...).
Atención melómanos; incluyo también otra canción (de Mahler por supuesto), la segunda del ciclo Kindertotenlieder (Canciones a la muerte de los niños, o canciones de los niños muertos), para que os fijéis en sus cinco primeras notas; a ver si las encontráis en el adagietto.
Otro día hablaremos de Thomas Mann, de La muerte en Venecia , de Visconti y de los kindertotenlieder; ahora os dejo disfrutar.
Feliz fin de semana.
(Interpreta la Filarmónica de Vien bajo la batuta de Leonard Bernstein)
ohhhh! muchisimas gracias por tu comentario....=)
ResponderEliminar....es super melancolica, y aunque reflexionar
ResponderEliminarno he reflexionado pero relaja mucho...=)
incluso me la voy a descargar para escucharla más veces!
Gracias ^^
Gracias a ti Betty; has comprobado que no hace falta reflexionar cuando se escucha música; con dejarse invadir y envolver es suficiente; actúa como un bálsamo en el espíritu. Y no te quepa duda de que cuanto más la escuches más te gustará; estoy segura de ello.
ResponderEliminarUn beso.
LolaMu:
ResponderEliminarQue-BO-NI-TO. Además parece que Mahler vió la película Muerte en Venecia y que compuso la música ex profeso. Que paz, melancolía y que forma de sacarte la sensibilidad a flor de piel. Lo que tu dices, ideal para sentarte y ponerte a pensar, aunque luego te duela la cabeza.
De nuevo estamos de acuerdo Enrique (no cabía esperar otra cosa, je, je).
ResponderEliminarBego; también opinas lo mismo (como también era previsible je, je).
La verdad es que se nos acaban las palabras, o no nos salen, cuando queremos describir el impacto que nos causa una obra como esta.
Sobre "Muerte en Venecia" me ha llamado la atención un comentario de Luis Suñén (en un artículo dedicado a Mahler que publica El País de hoy)a propósito de la película y de la "blandura viscontiniana". A mi, desde luego, me encantó la primera vez que la ví, (y la segunda, y la tercera...); de hecho soy "viscontiniana" de toda la vida.
Besos.
Estimada Lola:
ResponderEliminarAgradezco, de corazón, el honor que le haces a "Tiempo para la memoria" incluyéndolo entre los blogs que recomiendas y facilitando su enlace.
Por eso, y porque he quedado "enganchado" a la figura de Gustav Mahler "con permiso de la autoridad y si el tiempo no lo impide" (como dicen en los toros, ya que veo también un torero por aquí) el próximo 18 de mayo, en recuerdo a este magnífico compositor, publicaré una entrada sobre sus enfermedades (que, como médico, es de lo que me considero más capacitado para hablar).
Un afectuoso saludo.
Me parece una magnífica idea Francisco; tu aportación nos permitirá a todos completar la visión de Mahler desde el punto de vista humano y probablemente nos ayudará a comprender mejor esa "amarga conciencia de lo transitorio de la vida" que encontramos en su obra y a la que hacíamos referencia.
ResponderEliminarAdemás, la idea del artista "atormentado" (aunque el término sea un poco excesivo), atrae mucho a según qué edades ¿verdad?
Respecto del enlace del blog , el agradecimiento es mutuo por la misma razón.
Un afectuoso saludo también para ti.
¡No seré yo quien desafine! De La muerte en Venecia y de Thomas Mann (La montaña mágica me dejó boquiabierta, como el Adagietto que escucho ahora mismo) hemos hablado un poco clase de Literatura, en 2º, en un curso que ya está "finito". Maravilloso Mahler (es que no se puede decir otra cosa). Un beso.
ResponderEliminar¡Tu nunca desafinas Carlota! ¡Faltaría más! Tienes toda la razón; los dos, Mann y Mahler, son impactantes (como poco)y un buen tema de conversación de esas "intelectualillas" que tanto nos gustan :)
ResponderEliminarPor primera vez me duele lo del curso "finito" :(
Un beso para ti también.