lunes, 18 de abril de 2016

DON QUIJOTE VIHUELISTA




«Quiero que sepas, Sancho, que todos o los más caballeros andantes de la edad pasada eran grandes trovadores y grandes músicos, que estas dos habilidades, o gracias, por mejor decir, son anejas a los enamorados andantes». 
Al comienzo de su incursión en Sierra Morena (I-23)

Como a todo caballero que se precie, a don Quijote le gusta la música y sabe de la conveniencia de su ejercicio y del  beneficio de su conocimiento. Leamos cómo se lanza a la interpretación musical en el siguiente capítulo (lo podéis leer completo pinchando en el enlace) 



Del temeroso espanto cencerril y gatuno que recibió don Quijote en el discurso de los amores de la enamorada Altisidora


[...] Hecho esto y llegadas las once horas de la noche, halló don Quijote una vihuela en su aposento. Templóla, abrió la reja y sintió que andaba gente en el jardín; y habiendo recorrido los trastes de la vihuela y afinádola  lo mejor que supo, escupió y remondóse el pecho, y luego, con una voz ronquilla aunque entonada, cantó el siguiente romance, que él mismo aquel día había compuesto:—

Suelen las fuerzas de amor
sacar de quicio a las almas,
tomando por instrumento
la ociosidad descuidada.
Suele el coser y el labrar
y el estar siempre ocupada
ser antídoto al veneno
de las amorosas ansias.
Las doncellas recogidas
que aspiran a ser casadas,
la honestidad es la dote
y voz de sus alabanzas.[...]


Os dejo ahora con  dos famosos vihuelistas a los que muchos conocéis


4 comentarios:

  1. Qué entrada más "motivadora" que dicen mis alumnit@s. Gracias.

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    1. Muchas gracias a ti, mi querida Cristina; siempre encuentras palabras para animarme. ¡Un abrazo!

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  2. El arte de los sonidos no podía faltar en la gran obra cervantina, donde también se dice que "la música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu" y, además, que "donde hay música no puede haber cosa mala". Amén.
    Un cervantino saludo, querida Lola.

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    1. Amén, querido José Manuel. Cuánta sabiduría nos regaló Don Miguel.
      ¡Un abrazo, muy grande!

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