viernes, 23 de septiembre de 2011

EL OTOÑO

Hoy comienza el otoño.
Aquí lo tenemos tal y como lo vio Giuseppe Arcimboldo, el fascinante pintor del manierismo italiano que, - como haría Vivaldi más tarde en la música - pintó las cuatro estaciones de una peculiarísima y novedosa manera. (Pinchad en el enlace para comprobarlo).
Si, como habéis visto, la originalidad de Arcimboldo fue extraordinaria, la mía hoy brilla por su ausencia; os he traído el otoño que esperábais: el Concerto Grosso en Fa mayor (El otoño) Op. 8, nº 3 de A. Vivaldi

Este concierto, al igual que el resto de las estaciones vivaldianas, consta de tres "descriptivos" movimientos :

Allegro
: Baile y canto de los campesinos; el borracho; el borracho durmiendo.
Adagio: Borrachos durmiendo.
Allegro: La caza; la fiera huyendo; escopetas y perros; la fiera que huye y muere.

La versión es del conjunto I musici con  Federico Agostini  como solista 
Disfrutadlo.



11 comentarios:

  1. LolaMu:
    Así también tengo yo un blog de música, en primacera, la primavera, en otoño el otoño, en el mal tiempo, la tempestad, que de fiesta, el carnaval de los animales. Bueno, aparte de la broma, esta es una muestra más del poder de la música para acompañarnos en cualquier momento y para ilustrar cualquier sensación y sentimiento del alma humana, de la inhumana también. Es casi tan perfecta que incluso, para los que no saben apreciar estas maravillas existe la música mala y ramplona. La elección ha sido tan oportuna como siempre.
    Besos

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  2. Bueno Enrique; oportuna, oportunaaa... mas bien oportunista ¿no? pero ¡tengo que aprovecharme! Es verdad es que hay una música para cada ocasión, incluso varias músicas para cada ocasión; el caso es que hoy...¡la pintaban calva!
    Muchos besos.

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  3. Bego, ¡rompamos una lanza en favor de la pereza mental, jua, jua! Por cierto que, el verano todavía está por escucharse aquí; tendré que buscar la ocasión (prometo no esperar a que llege de nuevo la estación)
    Un montón de besos.

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  4. Innovar está muy bien. Pero este vampiro vegetariano en que me he convertido (son las cuatro de la madrugada) se apunta a la pereza, en el más amplio sentido de la palabra, y se va a dormir saciado con las uvas de Arcimboldo y embriagado con la música de Vivaldi.

    ¡Así da gusto entrar en el otoño!

    Un beso.

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  5. Ay, Francisco; me parece que tenemos un serio problema de noctambulismo. No creo que sea pereza domir cuando el sueño llama a nuestra puerta a tan altas horas de la madrugada, además, la pereza siempre ha sido para mi el más simpatico de los pecados capitales, de hecho, nunca entendí muy bien porqué es un pecado grande cuando hay otras cosas muchííísimo mas feas ¿no?
    En cualquier caso, disfrutemos de lo que la vida nos da.
    Un abrazo.

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  6. Será todo lo oportunista y tópico que tú quieras, pero imprescindible también. ¿Cómo vamos a privarnos del lujo de entrar en el otoño (y en las demás estaciones) de la mano del maestro Vivaldi? ¡Imposible!

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  7. Tienes toda la razón, Biblos; yo también me niego a renunciar a algunas cosas, por muy vistas que las tengamos. Lo que es, es, y empezar el otoño con Vivaldi es, como bien has dicho, un lujo.
    Un beso.

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  8. No voy a insistir, así que me sumo a las opiniones del resto de los comentaristas: es un recordatorio maravilloso. Un beso.

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  9. Ay, Carlota; me troncho contigo; hay que economizar energías después de una semana tan agotadora ¿verdad?. Descansa mucho y disfruta.
    Un beso para ti, compañera.

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  10. Me alegro,de que "música y literatura" en Mi Siglo puedan servir a los amantes del arte.
    Un cordial saludo y mi agradecimiento.
    JJP

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  11. Agradecida yo por la visita, J.Julio; hay muchas cosas en "Mi siglo" que apreciamos los amantes del arte.

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